El fuego de una vela es para mí un gigante encerrado que parece juguetón ... siempre me atrajo la reacción de un ser que engulle todo de una manera diferente, es divertido y peligroso, lo digo por expeeriencia. Siempre me fascinó el fuego, siempre me apasionó.
Recuerdo que de pequeño tiraba los Legos a la chimenea para ver cómo los hacía pedazos.. un poco sádico lo reconozco, pero disfrutaba. Tenía la tele y la chimenea y siempre me quedaba mirando la chimenea, a los 5 años me cambié de casa y desde entonces nunca más tuve una chimenea ante la que quedarme horas ensimismado. Esas cosas que tenemos en la niñez, a mí me arrebataron el fuego, y desde entonces siempre tuve esta fascinación.
3 comentarios:
Hale chavalote, a la cama y mañana ya se te habrá pasado el efecto "Airbag", je je
Uyyy, que miedito!!!..., esa admiración por el fuego debe de ser la misma que tienen los pirómanos... (como me alegro de no vivir en Desengaño 21)
Ya te veía yo cara de pirómano...
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