La primera semana estuvo muy graciosa, fuimos a un garito que se llama la batuta que está chulísimo, ponían The cure, Franz Ferdinand y demás, y además hacen conciertos. Nos pasamos a ver a Quique González y me acordé de muchos de vosotros que se que os mola también. Me quedé alucinado porque la gente se sabía todas las canciones, y cuando tocó “pequeño rock and roll” aquello se caía, no es que fuera un garito enorme ni estuviera petado, pero la gente le idolatraba muchísimo. Un descubrimiento.
Siguiendo con el tema musical, estuve la segunda semana viendo a un colega del curro que tiene un grupo de blues muy cañero... Se llama Juan y lleva aquí casi un año, el tío es el que más se ha adaptado al país, está todo el día con chilenos, vive en un piso con 5 personas más en el centro que por lo que me cuentan es para verlo. Mu majete él y los del grupo, aunque la música era entre hevorra y blues, un tanto extraño, pero se podía digerir.
Y por último y no por ello menos importante, la semana pasada estuve en un concierto de la gran e irrepetible... Niña Pastori... Que arte hija... la tía tiene un vozarrón, y aunque la peña aquí no entiende mucho de flamenquito, creo que conectó bastante con el público (dentro de lo que se apasiona esta gente, que no se levantan ni aunque les queme el asiento), más incluso que el concierto principal, que era un argentino de cuyo nombre no quiero acordarme, porque parecía sacado de un festival de eurovisión de los 80, con peluca y bigote a lo Luis Cobos, cantando baladas.... lamentable. Arriba una foto del susodicho.
Siguiendo con el tema musical, estuve la segunda semana viendo a un colega del curro que tiene un grupo de blues muy cañero... Se llama Juan y lleva aquí casi un año, el tío es el que más se ha adaptado al país, está todo el día con chilenos, vive en un piso con 5 personas más en el centro que por lo que me cuentan es para verlo. Mu majete él y los del grupo, aunque la música era entre hevorra y blues, un tanto extraño, pero se podía digerir.
Y por último y no por ello menos importante, la semana pasada estuve en un concierto de la gran e irrepetible... Niña Pastori... Que arte hija... la tía tiene un vozarrón, y aunque la peña aquí no entiende mucho de flamenquito, creo que conectó bastante con el público (dentro de lo que se apasiona esta gente, que no se levantan ni aunque les queme el asiento), más incluso que el concierto principal, que era un argentino de cuyo nombre no quiero acordarme, porque parecía sacado de un festival de eurovisión de los 80, con peluca y bigote a lo Luis Cobos, cantando baladas.... lamentable. Arriba una foto del susodicho.
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